Se trata del primer restaurante de la cadena madrileña de La Canica. Posteriormente lo seguirían La Canica de la Infanta Mercedes y la Taberna La Canica. Está ubicado en la Avenida de los Andes y se caracteriza por ofrecer una experiencia única en su reinterpretación de la cocina tradicional. Además de que no solo se preocupan porque la experiencia gastronómica sea impecable, sino también porque cuidan hasta el más mínimo detalle.
Para colaborar en esa línea y ofrecer a los comensales una experiencia única en todos los sentidos, desde Dajor quisimos fabricar unas lámparas muy especiales. Para un rincón del restaurante, confeccionamos dos lámparas colgantes vintage Katalin con una pantalla de cristal opal blanco y una estructura metálica. Por otro lado, y con un estilo muy diferente, sobre las mesas están suspendidas unas luminarias de árbol. Las luminarias tienen bolas de cristal transparente con la estructura acabada en efecto latón. También fabricamos para el comedor las lámparas de techo vintage con tulipas. Además las tulipas están bufadas a mano y con una reja de metal con efecto de latón envejecido.
Y para terminar de iluminar la zona de comensales, confeccionamos unas esferas de policarbonato suspendidas por una cadena, con capacidad para cuatro portalámparas y decoradas con greca metal. Las lámparas de techo Heloisa están disponibles en nuestra tienda Luz Vintage.
Para la barra de bar fabricamos un original plafón compuesto por cuatro pequeños faroles que cuelgan por una estructura con acabado de latón envejecido y una barra con el mismo acabado que los atraviesa con otros dos faroles en cada extremo.
Una de nuestras aportaciones más espectaculares para La Canica es la gran lámpara de suspensión hecha a partir de láminas de cristal opalino beige con dos rectángulos superpuestos y colgados a distinta altura.
Ya para finalizar, confeccionamos una colección de plafones, colgantes y apliques de pared de cristal opal con relieve y estructura metálica.