¿Qué pasa cuando juntas un restaurante con mucho potencial, un estudio de interiorismo que no tiene miedo de soñar a lo grande y un equipo obsesionado con fabricar lámparas tan únicas como un disco de vinilo rayado?
Exacto: pasa esto.
Un proyecto de iluminación para restaurante que no solo ilumina mesas, sino también miradas. Un espacio en Glasgow que ahora no solo se cena, se disfruta.
Del boceto al boom visual: la historia detrás del proyecto
Nos llamó The DRG, estudio de interiorismo británico con el que ya habíamos compartido alguna que otra aventura luminosa. Esta vez, el reto era iluminar un restaurante en Glasgow con un estilo elegante, cálido, con ese punto vintage que te hace sentir en casa… pero sin perder el factor “wow”.
El espacio tenía alma, pero le faltaba luz. No de la que se mide en lúmenes, sino de la que convierte un salón en una experiencia. Así que sacamos lápiz, ideas (y café) y nos pusimos manos a la obra.
El reto: diseñar piezas únicas que unificaran el espacio
Querían un proyecto de iluminación para restaurante que fuese 100 % coherente con el interiorismo: materiales nobles, tonos cálidos, texturas envolventes.
Nada de “ponemos unas bombillas y listo”. Esto pedía artesanía. Pedía diseño a medida. Pedía latón envejecido a gritos.
El desafío: mantener una estética coherente en todo el restaurante, pero sin aburrir. Que cada lámpara contara una historia distinta… pero que todas hablaran el mismo idioma.
La pieza estrella: una lámpara XXL que roba todas las miradas
En el salón principal, colocamos una joyita (bueno, joyaza): una lámpara de techo de gran formato hecha en metal, con un diseño estructural que impone sin aplastar.
Doce tulipas de cristal actúan como difusores, proyectando una luz cálida y elegante que hace que hasta el fish & chips se vea gourmet.
Todo rematado en latón envejecido, ese acabado que grita “sofisticación” con acento vintage.
Y como no nos gusta dejar a ninguna esquina sin encanto, diseñamos también:
✨ Lámparas colgantes de media cúpula en latón con media bola de cristal: alineadas frente a los ventanales con vidrieras de colores.
✨ Apliques de pared en el mismo estilo, como pequeños guiños luminosos que abrazan cada rincón.
Cada pieza fue pensada para no solo dar luz, sino carácter. Y lo mejor: no hay dos iguales. Literalmente. Todo está hecho a medida para este restaurante. Porque aquí no creemos en lo “copy-paste”.
Resultado final: una atmósfera que no se olvida (y que se fotografía sola)
El resultado es un restaurante con alma. Con una iluminación que no solo acompaña, sino que realza. Que convierte cada comida en una experiencia estética y sensorial.
Lo notas al entrar. Lo notas al mirar hacia arriba. Y sí, también lo notas cuando sacas el móvil para hacer esa story que se va directa a Instagram.
Y el cliente… encantado. Ellos buscaban un restaurante con personalidad. Nosotros le dimos luz a esa personalidad.
¿Tienes entre manos un restaurante, un hotel, una tienda o un espacio que pide a gritos una iluminación con estilo? Escríbenos. Cuéntanos tu idea.
